Texto y foto pertenecen al blog http://victoria-diaadia.blogspot.com/
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Ya sé que estáis todos hartos de dulces y deseando quitaros esos gramos de más, pero estas pastas son ideales para combatir el frío y comerlas tirados en el sofá con mantita y peli, así que a por ellas sin mala conciencia porque están buenísimas y lo merecen. Yo no soy muy amiga del chocolate, sin embargo me han parecido muy ricas, debe ser porque tienen un intenso sabor a mantequilla y eso si que me gusta.
Son estupendas para tomarlas con un buen té calentito, un café o lo que se os ocurra.
Espero que las disfrutéis.
Ingredientes:
280 gramos de harina
25 gramos de cacao en polvo sin azúcar (un poco más para espolvorear)
1 pizca de sal
230 gramos de mantequilla a temperatura ambiente
150 gramos de azúcar en polvo (un poco más si sois muy golosos)
1 cucharadita de las de café de extracto de vainilla (optativo)
Elaboración:
Tamizar la harina con el cacao y la sal en un recipiente.
En el bol de un robot de cocina o batidora batir la mantequilla durante 5 minutos a velocidad media, hasta conseguir una pasta cremosa. Agregar el azúcar y batir dos minutos más hasta que la mezcla tenga un color blanquecino. Sin dejar de batir, pero a velocidad baja añadir el extracto de vainilla e incorporar también la harina poco a poco, hasta obtener una masa homogénea.
Colocar la masa en una bolsa de plástico y dejar en el frigorífico por lo menos 1 hora.
Precalentar el horno a 160ºC.
Cubrir una bandeja de horno con papel sulfurizado.
Formar bolitas de unos 2,5 cm de diámetro. Colocarlas en la bandeja y cocer durante 15 ó 20 minutos, depende del horno (en el mio bastaron 15 minutos), dejad que se enfríen sobre una rejilla (cuidado porque al principio estarán muy blanditas, pero al enfriarse se endurecerán) Repetir la operación con el resto de la masa hasta acabar.
Una vez frias espolvorear con cacao en polvo y saborearlas despacio (si lo conseguís)
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